La gestión de residuos electrónicos a nivel organizacional en Bogotá pueden tener un impacto ambiental positivo.

Abstract

Siendo Bogotá una de las ciudades más grandes de Latinoamérica, con aproximadamente ocho millones de habitantes, es en donde se genera la concentración de mayor consumo de aparatos electrónicos, por defecto se produce un alto índice de estos residuos según CEPAL (2010), “el veinte cinco por ciento de la población en Bogotá cuenta con equipos electrónicos y que el 8% de las empresas y almacenes de tecnologías se encuentran en esta ciudad, se podría deducir que, de (seis) 6 millones de toneladas de residuos electrónicos que se generan en Colombia, Bogotá estaría generando anualmente 4.860.000 toneladas de estos residuos”. De acuerdo a lo anterior, se podría deducir que en Bogotá es en donde se genera el mayor índice de aparatos electrónicos, agudizando el calentamiento global y poniendo en riesgo la calidad de vida de la población. Dado lo anterior, y con los resultados expuestos; las más beneficiadas han sido las organizaciones gestoras y productoras de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) a través del análisis del ciclo de vida de los productos, permitiéndoles implementar estrategias de reutilización, con la finalidad de darle un mejor uso a los residuos eléctricos, que permita a su vez la disminución de los impactos ambientales, sociales y económicos. Así, y de acuerdo con ello, han generado experiencias en modelos de recursos sostenibles que ayudan a mitigar y minimizar el cambio climático. Con relación a lo anterior, un simple dato basta para ilustrar la importancia demográfica de las grandes ciudades (de 1 millón de habitantes o más) en América Latina y el Caribe: han aumentado de ocho en 1950 a 56 en 2010 y una de cada tres personas de la región vive en estas ciudades. Con base a ello, se puede identificar que las grandes capitales se encuentran en riesgo por la sobrepoblación y que el consumo masivo de aparatos eléctricos y electrónicos, genera una gran oportunidad para culturizar y sensibilizar sobre el buen manejo de los mismos.